miércoles, 24 de junio de 2015

Explicación mundana.


La música me acompaña en una noche más de desvelo y construcción,
en un momento de alcohol y adicción. Por que si me pierden, yo me encuentro.


- Que no interrumpa lo cotidiano mis pensamientos-

Vuelo de ida y regreso, entre tus labios, tus muslos y los botones que no se aseguran lo suficiente para evitar mi paso desenfrenado.

- Que no me dejen sin mi sustento en vano-

Me ocupo de trabajar, de decir tantas cosas que no puedo recordar, de llenarme de gustos ajenos y construcciones en conjunto, con precariedad individual.

-Que no me atrape lo mundano si prefiero no estarme quieto-

Sigo yendo y viniendo, entre disfraces y moléculas de felicidad, entre auditorios y espacios de plena y franca intimidad, entre tus caderas y tus labios.

-Que no me pongan en un aprieto por algo que no está en mi mano-

¿Qué más daría yo por poder tenerte a la mano, mi mano, a tu voluntad constante y convencida? Para soltar las riendas, soltar las cercas, arquear las CJ's, rodear los miedos.

-Que no me consuman si como sumo te lo regalo-

Una sonrisa, una mirada, mis palabras escritas y las que mi lengua dibuja en tu piel, ¿qué he de regalarte si no mi deseo consumido, consumado, a lo sumo declarado?

-Que no le cause a nadie espanto si yo mismo me acuso-

Me declaro abiertamente enamorado, me desnudo erradamente aislado, me pierdo en lo que vi y en el señalamiento que tanto te hace dudar de perderte en nuestra felicidad.

- Que no me atrape lo mundano si prefiero no estarme quieto, que no me pongan en un aprieto por algo que no está en mi mundo-

Tengo tantas cosas que decir, tantos espacios por construir, tantas historias que recorrer para no volver a los caminos mojados pero sí a las lluvias que nos mojan e iluminan, que nos tientan y alientan, que nos aseguran hay más de una luz en medio de toda la tormenta en la que ya no estás.

-Soy un vagabundo, siempre de paso-

Sin tierra ni prenda, sin posesión ni posesividad, librando y libre ando buscando encontrarnos en libertad, en vuelos por los que anda el amor que se presenta sin condición.

-De aquí de allá, de todo el mundo-

Me entrego a cada paso, me desvivo en cada vivencia, intenso es como me doy y como me gusta recibir, ¿acaso hay otra forma de ser un viajero errante que siempre acierta en vibrarse con el amor?

-No tengo dueño, no soy tu esclavo-

Aún ante el poder de tu mirada, ante la demanda de tu palabra, bajo la suspicacia de tu pregunta y el poder inquisitivo de tu silencio, ante el camino largo y el paso corto y constante, me entrego sin condición ni condicionante.

-Un poco tuyo, y de todo el mundo-

Me entrego y te entrego lo que el mundo me da, los vuelos que no llevan alas, los sueños que no llevan horas de sueño, el viento que sopla e impulsa entre humo y vacuidad, en amorosa comunidad.

-Soy un vagabundo, siempre de paso, de aquí de allá, de todo el mundo-

La cosa es que cómo te extraño, y me extraño mientras me sorprendo pensando en cómo regresar a un sitio que no fue mío pero sí hecho para mi deleite y tu satisfacción, entre brisas y risas, entre certezas y tristezas, sin ciudad de origen y dudando de la piel destinada, atinada, amada.

-No tengo dueño, no soy tu esclavo, un poco tuyo y de todo el mundo-

Ni de mis palabras soy dueño, mucho menos de a quien le rindo explicación no pedida, a quien le brindo mi recreo y mi tarea, con quien me comparto y debato, pública y explícitamente, mi bomboncito, mientras me alimento para seguir nutriendo el sitio donde piso. No soy tu esclavo y aún así, fetiches de lado, a tus pies me re-encuentro y descubro. Jugando a la botellita...

Que no me atrape lo mundano...

sábado, 20 de junio de 2015

Venga.

Venga tus deseos reprimidos,
y ven a averiguar hasta dónde llegarán nuestros gemidos.

Ven a mis brazos, y ven en mi boca.
Olvida que alguna vez mencioné la limeranza loca.
Ven a mis manos y ven en mi pecho,
recuerda que de aquí al olvido falta bastante trecho.

Ven a seducirme, de frente y al oído,
ven a demostrar el control que quieres tener y te gusta imaginar.
Ven a dominar las circunstancias y respuestas,
ven a perderte en tu encuentro con mi mordaz lengua.

Hagamos de cuenta que estoy a tus pies, vendado y amordazado.
Finjamos que el esclavizarme a tus caderas
es un juego más del cual saldrás tú sin cadenas.

Ven y siénteme en toda tu piel, devoto,
colándome por cada resquicio de tu incredulidad.
Ven a que alabe tu cadencioso ser
y juguemos a placer.

Ven a mi mundo y conviértete en quien guía,
en quien lleva y trae, en quien decide hasta dónde y en qué ritmo.
Impón tus reglas y méceme a voluntad.
Sé la tirana que siempre has soñado ser.

Ven a hacerme lo que quieras y a exigirme lo que gustes,
pues, una vez acordado que soy tu peón, renunciarás a todo control.

 


jueves, 18 de junio de 2015

La marea.

Hay días en que las fuerzas, las convicciones, y los sueños merman...
Hay primaveras tanto como otoños.
La lluvia y el frío tienen su razón de ser,
Ciclos que vienen y van.
Sólo lo verdadero trasciende, se mantiene, siempre mutando.
¿Será acaso que el cambio tiene que dirigirse a dejar de cambiar?
¿Será acaso que mi navegar debe de mantenerse ahora en el puerto?
Soy tan fuerte y tan débil como el momento y los amores que me acompañan.
Soy en tanto las personas que me alientan y la tierra que me nutre.
Soy arena para construir castillos, para ser parte del contacto con el mar, para dejarme llevar y también para frenar.
Soy los restos de lo que arroja la marea de mis propios vendavales.
Soy mi rosa de los vientos sin norte fijo, tendiendo al sur sin atreverse a saltar.
-Sabiendo que mi sur siempre será el norte de alguien más... y viceversa-
¿Acaso tendré que dejar de volar?
¿Acaso debo de convertirme en raíz y referencia?
La noche ha durado más de lo acostumbrado, y yo creí que aquella vela era un rayo de sol.
Que aquella vela era la posibilidad de navegar a otras orillas, a otras Orishas y divinidades.
¿Será esta tempestad la que riegue mis campos o la que arrase mis cosechas?

Voy a caminar hasta el alba...



EPÍLOGO:
Cuando estás muy al sur o demasiado al norte dicen, quienes saben, que la noche puede durar hasta 6 meses.

martes, 16 de junio de 2015

¿Qué hago contigo?

Si ya has tirado las barreras, las máscaras y las corazas, si te has colado por los poros y las sonrisas, si te has mudado a vivir en mi sonrisa que no descansa a lo largo del día, como una caricia inocente que se escurre bajo una falda desprevenida y al aire.

Despierto y en ayunas me encuentro con toda la energía del universo concentrada en tu mirada que se escapa de las dudas y se entrega a mis deseos, con un respirar que privilegia los silencios y los provoca como los más estruendosos del mismo universo... Punto de partida para seducirte toda, vida mía, desde la refrenada inmundicia.

Hoy, que encuentro junto a la puerta tu reflejo y tu sombra, tu fantasía y tu censura, las tomo de la mano y les llevo a sentarse a mi espacio de reflexión: ¿Qué haces conmigo?

Si la libertad dura lo que una palabra escrita en la pared, si las fantasías más osadas te llevan a hundir tus manos en agua y limpiar los restos de lo que nutre, ¿no será acaso momento de decidir qué hacemos con nosotres?

Porque yo sé lo que hemos estado haciendo. .. combustible para que el mundo siga girando, aún sin nombrarlo.





martes, 9 de junio de 2015

Recuento.

Me gustas para besarte, para empezar, durante cinco  minutos y dieciséis estaciones.


Recorrer tus párpados cerrados con mi espíritu abierto y acariciar tu desnudez con la ternura del encuentro.
Me interesas para construir caminos entre tus miedos y nuestros deseos, erigir templos de cuidado y adoración a lo momentáneo, lo circunstancial, que a tu lado se me ha hecho constante.
Me atrae tu magnetismo animal, tu energía chamánica y tu andar camaleónico.  Tu mirada felina, tu vuelo de colibrí, tus raíces de Ceiba, tu instintiva comodidad entre mis brazos.
Me seduce tu palabra, siempre certera, siempre amorosa. Que cuida y moviliza, que busca y descubre, que se entrega y escurre.
Te deseo plena y libre, entregada y consciente, sensual y sexando, pidiendo y dando con la cadencia del mar y la constancia de los vientos.
Te extraño a ratos y en ayunas, a la hora del postre y entre comidas, cuando te pienso y cuando me piensas, cuando hay un silencio entre nosotres, pero una vibración que nos conecta.
En fin, te disfruto y gozo, te degusto y bebo, me nutro y crezco con cada nuevo amanecer que transforman nuestro ojos y su encuentro.
Así, sin más, te deseo en mí y conmigo, fluyendo y construyendo como quienes se saben coincidiendo desde hace varias vidas más. 

martes, 2 de junio de 2015

A medio día.

Hoy me mudé a vivir a tus labios.
De imprevisto, sin avisos ni emplazamientos.
Les visité una vez, con duda y renuencia inicial de tu parte.
Regresé una otra vez, aún con temores y temblores.
Tuve un tercer intento... y ahí perdí la cuenta.
¿Cuántas veces regresa uno a casa?