domingo, 25 de enero de 2015

Seamos cómplices.

Seamos cómplices de una amorosa historia de respeto, compañía y descubrimiento de la felicidad y placeres compartidos.

Construyamos espacios de reconocimiento y acuerdos conjuntos que nos permitan vivirnos amorosos, amorosas. Que la vibración de ese primer abrazo, el temblor, se convierta en el movimiento que nos acerca y nos libera de prejuicios, dudas y miedos ajenos.

Permitamos el encuentro de nuestros labios, de nuestros pechos y cuerpos en su totalidad, sin que nos arrebate la cordura, fluyendo con el sentipensar que sienta las bases desde la honestidad, la sinceridad y el autoconocimiento compartido.

Construyamos nuestra relación con base en un principio fundamental:
Yo te cuido y tú me cuidas.






Somos enteramente libres (como siempre) de ser, fluir y compartirnos con cada molécula del universo y, si en algún momento dudamos del impacto que tendremos sobre el otro, sobre la otra, consultémoslo, sin asumir ni presuponer.

Tengamos la consideración y consciencia de que la otra persona puede sentirse des-cuidada y, cuando eso pase, tiene el derecho (y obligación) de comentarlo y pedir un cambio que nos permita seguir disfrutándonos para el bien-estar.

No hay necesidad de detenernos, de tener miedos o exceso de cuidados al andar. Es prescindible hacer más lento el paso de los pasos, para dejar vivir libre la pasión; podemos fluir sin estrellarnos, fluir como el río que no violenta al cauce que le contiene.

Sí, te me antojas para una relación profunda, si de amante o complicidad nuestros acuerdos y química lo decidirán. Atestiguar nuestras vidas será un fabuloso efecto secundario.

Seamos cómplices por un rato, lo que nos permita el gusto y la decisión, sin hedonismos ni obligaciones absurdas; que tu cafeína y mi nicotina puedan ser pretextos para desnudarnos en un conocimiento trascendental. Sin obligaciones, pero con la responsabilidad de cuidarnos, ser sincerxs, compartirnos, y hacer lo posible por disfrutar (hasta los momentos "malos"), moldeando una relación en la que ambxs disfrutemos sabiendo cuidarnos, teniendo comunicación asertiva, acompañándonos en momentos, buscando compartir desde el respeto; siendo libres cada quien, buscarnos, saliendo, siendo responsables, sin la obligación de estar cada quien con cada cual y estar por el placer, el gusto, sin falsas experiencias y con amplia honestidad.

Construyamos desde el amor y el erotismo respetuoso, responsable, placentero.

- Si por mi fuera, ahora mismo estaría ya besando tus labios y sosteniendo tu rostro, abrazándote y disfrutando de tu cuello-

Si algo nos queda claro, es que el sol sale en el día y la luna en la noche; que hay lugares en el planeta que esos días o esas noches duran seis meses cada uno. Decidamos qué lugar queremos construir para nuestras lunas, nuestros soles y su transitar. El nuestro andar.

domingo, 18 de enero de 2015

IMPREVISTO.

A media tarde me descubro recorriendo tu cuerpo desnudo con mi lengua, delicada y tierna, mientras tú sujetas mi cabello y con firmeza me acercas a ti. 
Casi sin querer, detengo tus manos presurosas y las llevo a mi espalda, permitiendo que me rasguñes al ritmo de cada mordisco que le doy a tus pechos, a tus pezones, mientras lamo los resquicios de tu tembloroso abdomen. 
A cada instante permito que mis piernas abracen las tuyas mientras mi pene se divierte rodeando, rozando, acariciando tu vulva, sintiendo su humedad presurosa y su ansia deliciosa.
Lo hago cada vez que puedo enrolarme entre tus nalgas y cuando mis manos se fijan a ellas, acariciándolas, pellizcándolas de a poco, al ritmo del sobresalto que delata tu complicidad...
Siento tus músculos pélvicos aprestándose para recibirme y dejarme ir en cualquier oportunidad...
Resbalando, cayendo, perdiéndote entre mis besos, entre mis labios, entre mis dientes que le hacen a tu cuello lo mismo que tus uñas a mi sudada espalda, te pregunto, sin afán de cuestionamiento:
¿Qué esperas tú para saciarte de estas ganas?
¿Qué esperas para permitirte usar tus manos como mensajeras de mis deseos y mis ansias?
¿Qué esperas para que sean tus dedos el reemplazo de mi lengua, tu respirar agitado el eco de mi suspirar ansiado, que el flujo de tu sensación sea el reflejo de mi desear?
Entre espasmos, llego a mi única verdad:
Son ahora tus labios la alberca donde puedo sumergir ya mis ansias contenidas y tu piel la dispuesta receptora de mi boca.







FOTO: Fernando J. Nieto Reynaldos.






sábado, 17 de enero de 2015

Graduación.


Cada día comienzo de nuevo a recorrer tu delicado ser.
En ocasiones me detengo a respirar de tu cuello dispuesto, otras más me apresto a limpiar tus lágrimas ajenas y tus añejas dudas.
Entre letras y pláticas, con tu prisa de ausencia siempre presente, me confundo y tropiezo. ..
Créeme que hay más por reconocer y menos porqué temer.
Has declarado más que el cielo. Hemos inventado lenguajes y destruido encuentros, has escapado y regresado a mí, a la seguridad que sólo la libertad te da.
¿Quién, sino yo, es la prohibida posibilidad de toda entrega al reconocimiento de tu eterno juego, de tu duda y procrastinación?

Lo que emerge de tu ser no es de lo terreno ni lo sensual; lo que pido se fusione es más que lo abrupto y lo carnal.
No huyes, más no lo buscas. .. deja que sea yo, entonces, el que te guíe a una entrega absoluta que te permitirá renunciar a nada.
Déjame ser quien escuche tus silencios y escriba en tu dulce paraíso todo un génesis de placenteros recuerdos.
Permítete ser quien pierda el control y fluya a la devoción de mi cuerpo tatuando tu alma.
Cede a la resistencia y deja en mis manos el cuidado de un momento eternamente transitorio, deja que la gravedad haga el trabajo y caigas en la profundidad de lo que ya
sientes crecer.
Deja que nuestro cielo alcance las temperaturas purificadoras del mismo infierno. ..
Dejarlo para después es aumentar el deseo y la fantasía, hacer más largo el camino de vuelta a tu sublime inocencia.
Sí. Todo es posible entre nosotres, menos el silencio y la distancia. 

jueves, 15 de enero de 2015

Déjame ser la censura de tus palabras y de tus labios.. déjame ser la amarra de tus sueños y tus vocablos.. déjame callarte y besarte hasta que ya no puedas más

miércoles, 14 de enero de 2015

Recuerdo...

Incandescente, revivió en mi piel, me estremeció entre el éxtasis y la imaginación;
ese recuerdo de un futuro no concebido, 
el ansia de dejarme llevar por el momento en el que tu labio inferior
se pierde por instantes en un arranque de sinceridad maldita y pasional...

Un fugaz momento que permite perder la compostura, 
dejar de fingir, 
dejar de simular, 
justo antes de regresar al juego inacabable, sinsentido, de la seducción...

Incluso al fuego de la pasión, lo alimenta mejor la frescura de nuestro existir...

¿Fluyes?

martes, 13 de enero de 2015

Y de postre...

 Postrarme a tus pies, piel de durazno.

-Sí, justo después de saborear el néctar de tu cuerpo, de degustar cada uno de tus rincones frutales y de construir un cóctel de éxtasis impúdico...


Ya.

Invítame a deslizarme en tus sueños, en tus fantasías, en tus quimeras.. 
si nos queda tiempo me meteré a también entre tus sábanas 
-metáfora de tu piel exquisita- 
prometo quedarme ahí hasta saciarme de nuestros excesos...

El tiempo es una cadena.

Si el amor necesitara cadenas, aún tendría que pasar por un acuerdo entre quienes lo viven...
Aún tendría que decidir cada quién cómo usarlas, de qué tipo, material y grosor;
aún tendría que existir la posibilidad de decidir cuándo decir ¡Basta!
y que fuera respetado y obedecido;

aún deberia de respetarse la decisión -de usarlas o no- sin endilgar culpas...
Aún con el paso del tiempo,
se tendría que recordar como algo que en algún momento se eligió de manera libre y voluntaria.

Si las necesitara, aún escribiría acerca de las posibilidades de no necesitarlas...

Apuntes de una epifanía insomne, despechada y hambreada:

Te es fácil separar el sexo del amor, y al amor lo separas del sexo cuando no es "para siempre";
muestras como algo sencillo diversificar las experiencias eróticas, 
aún no veo como ertotizas las diversas experiencias;
dices que no quieres pedir, pero te alejas para no recibir;
En fin, cada quién su mundo, sin puentes que solidificar...

Es cuestión de Lluvia.

No es cosa de colores, luces, frutos, flujos o flores.
No corresponde a la naturaleza, a la civilización, a las palabras o sus metonimias.
Ni siquiera es cosa de transversalizar lo instituyente -menos que nunca, atravesar ciegamente hacia su institucionalización-.
No se trata de la gravedad vencida por el helio, ni de la gravedad de un hilo que teje cadenas.
No son los dedos, no es el cuello, no es la asfixia, no es la degustación.
No es nada de lo nombrado, nombrable, escrito, inscrito.
No es nada de lo que pùeda ser descubierto ni nada de lo que pueda ser encubierto.
Aceptémoslo, son las ganas de permanecer en la mano -en la memoria, en el corazón, en la piel, en la vida, en la muerte- de cada cual.
Gracias.
Aún a la distancia.

domingo, 11 de enero de 2015

Mar de dudas.

Comencé a creer en la magia, y entonces te encontré.
Estuviste ahí, frente a mí, todo el tiempo.
La búsqueda de un cariño que prodigara cuidados, comunicación, reconocimiento y respeto era innecesaria.
Sólo tuve que detenerme un momento, abrir los ojos y recibirte con los brazos abiertos y el corazón dispuesto. Fluir.
Encontrarme contigo, en ti, ha sido volver a mí. Sin restarte crédito, sino agradeciendo con el alma, has sido la estrella (a veces fugaz) que me permitió ubicarme en el tiempo y el espacio. En mi propia ruta de navegación.
Has sido una vuelta a mí. A mi curso.
En ocasiones me llego a preguntar si acaso será demasiado lo que espero, si me excedo en no esperar y seguir mi avanzada, me cuestiono si las palabras que te dedico te son suficientes como para no desear mi presencia. Mi cercanía.
Entonces regreso a mis aguas...
Me asaltan las dudas -e incluso los celos-.
¿Será que necesito jugar el juego de la conquista y la cacería?
¿Tal vez me he detenido demasiado en el cuidado del fondo y descuidado la aventura y atracción de la forma?
¿Son los vestigios de un amor romántico y patriarcal lo que impide la entrega pasional, encarnada y climática?
¿Tus tiempos son tan inalcanzables para mis renacimientos, para mis momentos?

- No interpretes-  te escucho decir, y me lo recuerdo. No hay brújula que atine a guiarme.

Me planteo los temores como restos del naufragio, aquel que me orilló (y yo lo permití) a estar expectante, atento a cualquier gesto o indicio de tormenta.
Me acostumbré a navegar en mares agitados, en aguas salvajes, en grandes oleajes que buscaban tomar mi barca por completo, volcarla, destruirla para llevarme al fondo del océano, al piélago, y abrazarme en su profunda y fría oscuridad.

Cuando dices "yo te agua",
 ¿fluyes conmigo, o son tus dulces corrientes que se dirigen a mi como cascada, en caída libre, para seguir su curso?

Mis dudas sobre ti se terminan respondiendo el alba:

Sea lo que sea de tus aguas, yo hoy estoy agradecido de haber encontrado la bahía en la cual disfruto del remanso.

Hoy regreso a mí con mis dudas, pero salgo al mundo con la esperanza que me dan mis certezas.

Hoy, también, tengo la certeza de que es algo más que atracción y cariño lo que siento por ti.

Sé que no dejaré de navegar, sumergirme y bucear en esta fresca vida que construyo para mí y mis amores.



Foto: Luis Fernando Nieto Villalobos, Playa del Carmen, Quintana Roo, México. 1o. de enero, 2015.

viernes, 9 de enero de 2015

Emerge.

Bajo la tierra,
en la oscuridad,
en las alturas o lejanía,
oculto de las palabras y las miradas,
a plena luz del día,
ha crecido un sentimiento 
que no esperabas.
De pronto el cielo, el aire y agua 
se han colado 
por cada centímetro de tu piel, 
sabiéndote reconocida y adorada 
por cada instante de mi día y mis noches. 
El encuentro corporal pospuesto 
ha dado más tiempo 
a una cercanía emocional, 
una conexión profunda, 
un cariño que pareciera dar paso 
a una oleada de dudas y claridades 
que hacen te entregues 
en niveles que no habías planeado 
y que trascienden los objetivos 
de los retos de vencerme,
Conquistarme, 
seducirme.  
Jugamos y nos divertimos,
volamos o nos disparamos,
reímos y nos enamoramos. .. 
Sí, tú también de mí. 

Un cariño leal, seguro, 
libre y respetuoso, 
crece. 

Te aire y me cielas. 

Aún en silencio, 
aún en secreto, 
ocultándolo hasta de ti misma. 

Creces y crezco en esta relación 
-que no lo es-, 
pero que tanto trasciende y nos nutre. 

Fluimos. 
Nos entregamos. 
Vivimos y nos esperamos. 

Sin comparación ni esperanza de futuro,
-¡No hace falta! - 
viviendo cada hoy, 
constante, 
presente y consistente. 

Plenamente. 

Bésame, una vez más, morenita. 
Que te estoy queriendo
(eso sí es oficial) .
No sabemos lo que pasará mañana.
Aún no te atreves a saberlo. 
Y así está perfecto. 

martes, 6 de enero de 2015

De vientos y toboganes.

Inventemos palabras, verbos, formas.
Creemos un lenguaje subversivo y especial que nos permita sabernos en secreto, plena y abiertamente, entregados al fluir de los momentos que compartimos.
No importa quiénes o cuántas veces se haya dicho antes, tomaré cada una de las palabras y las revestiré de toda la importancia que se alcance a ver desde las alturas.
Flotaré por encima de los prejuicios y los miedos que me han anclado a la tierra, sin olvidar las raíces ni mis orígenes, el camino andado y recorrido como parte de ese despegar.
Surcaré los aires, siendo uno con ellos, con ustedes, contigo;
alentaré tu propio vuelo, sin confundir mis nortes con tus renacimientos.
Impulsaré navíos, elevaré naves, acompañaré a los globos que llevan cartas de amor y esperanza a los confines del mundo y seguiré, como siempre, en la libertad de acariciarte en cada momento, invisible, sutil, a veces con la fuerza que cimbra los suelos, pero siempre presente.
Podrás exhalarme, y seguirás necesitando que regrese a ti, seguiré regresando a ti por el gusto de saberme inspiración y aliento.
Yo te aire, delicado y transparente, jugando con tu cabello y llenando tu pecho, fluyendo y liberando.
En libertad, en sintonía.
Construyendo nuestra propia melodía. Impulsando la generación de más y mejor energía.



domingo, 4 de enero de 2015

Propuesta de la semana.

Si en un beso me dejaras hablarte de mi entrega, honestidad y pasión, se borrarían todas tus dudas. 

De barro.

Al final del día lo tengo más claro.

¿Qué importa cuántas veces nos hayamos visto? Si los minutos, las horas, pasan diariamente en contacto, conociéndote, conociéndome.

Las palabras compartidas, las anécdotas construidas, los juegos jugados nos han aacercado para, como tú bien lo has dicho, conocer más los detalles y disfrutar del viaje sin prisa ni pasos o tropiezos innecesarios.

¿Qué importa un beso más o un beso menos? Si hemos compartido la caricia de las letras, el éxtasis de las palabras, la culminación de la llamada, con cuidado y entrega, en secreto y con honestidad.

El contacto es profundo, se cuela en las entrañas y los recuerdos. Brinda confianza y declaraciones antes disfrazadas.

Emociona y promete, pero es el presente lo que complementa y da vida a uno o cuatro besos que no son dados al azar, por virtuales que puedan ser. Aunque el quinto llegue sólo a tu imagen al partir con alguien más.

Como una artesanía, con el cuidado de cada detalle, midiendo la temperatura y la presión, atendiendo el movimiento y contacto, vamos dándole forma a lo que nos contiene para, irónicamente, dejarnos fluir.

Tú allá, yo desde aquí, con una atracción  a distancia pero un deseo cercano, nos sabemos en el ir y venir del cuento y reencuentro, del venir y el ir del cuerpo y el decir.

Juntxs, durmiendo y despertando entre risas y palabras compartidas, generando anécdotas prohibidas, la distancia de la piel ha sido vencida por la no-tan-relativa cercanía de nuestras convicciones.



Gracias por dejarte acariciar y desdudar.  A ratos. 

viernes, 2 de enero de 2015

Espero.



Navego entre letras que me dan sosiego.
Agradezco los silencios que van murmurando mi verdadero deseo.
He aprendido a esperar, a flotar y fluir sin mayor esperanza que ver un nuevo amanecer,
que escuchar una nueva algarabía florecer.
La paz que me acompaña es la brújula de mi libertad
y el amor que ahora me cobija la luz de mi devenir.
Escribo entre suspiros y humo, te respiro entre recuerdos e ilusiones.
Hoy te abrazo a la distancia, te guardo y atesoro en secreto a voces, te quiero en libertad.