jueves, 26 de noviembre de 2015

Por quienes soñamos en activo.

¡Soy un romántico irredento!
Me gusta sabernos luchando al unísono, en distintos frentes, por un mismo objetivo: la paz y el bien-estar común.
Sé que no hay perfección ni complementos exactos. Sé que no hay fórmulas ni historias terminadas.
Que estamos en construcción, creando, compartiendo, escuchando, aprendiendo. Bailando.
Me gusta sabernos dentro y parte de la comunidad. Me embelesa reconocernos reconociendo los procesos, triunfos, aprendizajes y potencialidades de con quienes compartimos.
Me fascina sabernos sin conclusiones ni dogmas, con ideas e intenciones, en diálogo y construcción constante, contra la injusticia y el abuso, contra las pesadas sombras de lo mortificante y los absurdos determinismos.
Así, a la distancia y tan cerca, compartiendo el amor más grande, puro e incondicional: a la vida, a la vida que vive y da vida, jamás la quita, jamás la entorpece, jamás la denigra.
A veces la lucha también es interna - ¡Las más de las veces!- y la congruencia, el autocuidado, un constante y crítico análisis para hacer los cambios pertinentes en cada quien, desde casa, son el más difícil y necesario reto.
Y ahí también estamos hombro con hombro, vuelo en V, fluyendo como ríos y sus contracorrientes, transformando y cambiando como de otoño a verano, viviendo, viviendo, promoviendo la vida y vivir.
Desde la libertad, el respeto, buscar que nadie se quede atrás, sin arrastrarles, acompañando y haciendo presencia, construyendo consensos, mejorando desde la disidencia, generando Resiliencia, visibilizamos espacios de paz y común-unión para multiplicarlos y mejorarlos. Para compartirlos y que todas y todos los vivamos.
Así me enamoro de ti, de ustedes,  de mí, de quienes soñamos en activo y paso a paso, rumbo la garantía de un mundo donde quepan todos los mundos.
Gracias por compartir e inspirar este más grande y puro amor.
Gracias por seguir en la única lucha que vale la alegría y la pena transitar.



lunes, 23 de noviembre de 2015

Recuerdos, producto de la imaginación.

Te imagino vistiendo una mórbida playera, viviendo un placer sigiloso y creciente.
Te recuerdo desnudándote con certeza y seguridad, acompañando un triunfo no alcanzado y cobijando una celebración inconclusa.
Te reconozco libre y en construcción, comprometida con tu proceso y honrando la sanación de tu linaje.
Te saboreo fantasiosa y temerosa, paciente e impulsiva, dando espacio a jamás ser ocupada.
Te abrazo tierna y a tu ritmo, cuando te cobijas con mis manos, cuando te descubres ante mis igualados labios.
Te aprecio en mí, con tu aroma en mis ojos, con tu sabor en mis muslos y tu tacto en mi garganta.
Disfruto cada día, ceso las ideas del futuro que no me impides construir y camino por arenas en las cuales dejar nuestras unidas huellas hasta que tus aires las borren.
Estás presente. Cada día más, y con mayor gratitud yo continúo estando.
Como siempre y nunca, a ratos.



martes, 17 de noviembre de 2015

Sin censura.

Quiero meterme bajo tu falda sin licras.
Desnudar toda tu lujuria y escucharte gritar de placer al ritmo de una cámara que te captura y congela en los blancos y negros con los que me percibes.
Quiero mordisquear tus labios y beber directamente de tu cuello mientras tus uñas dibujan los mapas rumbo a tu confianza en mi espalda y nalgas.
Quiero sentir tus húmedos muslos apretando mi cadera y acercándome y alejándome de ti tanto como lo haces en las muestras de tu entrega incondemocional.
Quiero terminar dentro de ti, desnudo y sin barreras, abrupto y escandaloso, arriesgado y placentero, como mis más francas declaraciones lo han sido.
Quiero acabar rendido sobre tu pecho, agitado, jadeante, mientras acaricias mi cabello y me dices palabras jamás antes pronunciadas en voz alta.
Y callar. Guardar ese momento de entrega total y fugaz junto a todos los recuerdos que atesoras y escondes dispuestos a salir.



lunes, 16 de noviembre de 2015

Gusto culposo.

El amanecer nos alcanzó.

Recorrer tu cuerpo es sólo un pretexto para desnudar tu alma. Es buscar otras vías para conectarnos y profundizar en un mutuo conocimiento e inacabable descubrimiento.
Te busco y describo entre canciones ajenas y escritos propios, me encuentras y aprecias entre multitudes y propias iniciativas.
Nos perdemos en el re-encuentro de una infancia colorida y distinta, en las vivencias que no dictan futuro pero sientan bases para re-construir. Vuelvo a tu lado y te encuentro amorosa, inocente, juguetona.
Regresas a mi lado y me muestro madurando, recibiendo, celebrando y honrando.
Te vas y creces, brillante y elegante, empoderada y sensual, conquistando tus pasos y compartiendo tus espacios.
Me quedo y aprendo, reconecto y valoro. Sano y regreso, eterno retorno hacia el futuro por construir.
Espero que vengas a mi encuentro. O que al menos encuentres las palabras que me alcancen y nos encuentren.

¿Te has fijado en las estrellas que alimentan tu andar?
En el mismo espacio, bajo el mismo cielo, con la misma música de fondo y distintas perspectivas, ¿acaso no es delicioso compartir lo que no compartimos?
Me enamoro de ti por lo que coincidimos. Te amo por aquello en lo que no y nos fortalece.
Amanezco a tu lado. Horas de compartir y soñar sin respuestas.
Bacalar nos espera, con muchas escalas y siendo sólo una más de este viaje en la vida que quiero compartir.
Desde esta cabaña, desde esta aldea de Hobbits sin martinis ni margaritas, con rosas y cervezas en tarros vikingos, yo no te ofrezco lo que ya tienes ni compito con lo que sola ganas, comparto lo que soy y lo que me gusta esperando lo disfrutes, así como yo voy entrando a tu universo y disfrutando de él a tu lado.
No pido más, no doy menos. Nuestros cuerpos se encuentran y nuestras almas siguen desnudándose. Así me gusta seguir.
Las penumbras se van y la luz entra, te dejo en tu casa para regresar a mi hogar.
Hemos aprendido a bailar nuestros ritmos a diferentes luces. Bailaré también al ritmo de las músicas que me permitas disfrutar.
Gracias. Seguimos construyendo.



jueves, 12 de noviembre de 2015

Los encuentros entre gente como tú y yo.

Sin huellas ni caos, sin poesía ni melancolía.
Es la realidad hablando de cuerdas y acuerdos, de amores cuerdos y los bellos instantes que recuerdas.
Sin alboroto ni escándalos, sólo los gritos tuyos que despiertan a los vecinos míos cuando te atreves a olvidarte de tus mordazas.
Es la fantasía dibujando escritos sobre tu piel que van desde tu índice hasta cualquier final feliz y sus epílogos en braile.
Sin cicatrices nuevas ni sangre derramada, sin sufrimiento vano ni baños de pureza infligida.
Son únicamente las huellas que se dejan cuando se hace contacto con la tierra, cuando se camina y se avanza, cuando nos tomamos de la mano y viajamos a las playas de Oaxaca o los cañones de Chihuahua.
Son las huellas de un camino que sueña delicioso recorrer aún cuando no sea reconocido.
Son las delicias de hacerte correr entre sueños ya conocidos y darnos la muerte cual comino.
Jugando a que no juegas, dejando de jugar a que juego.
Eres mía tanto como yo tuyo, con pruebas y sin que sean necesarias, sabiendo que eso jamás limita la libertad.
Ven a fumarme, que yo te beberé hasta el amanecer del 2066.




Amores cuerdos y acuerdos.

Conversación y reflexiones transmitidas en el programa ¿Y tú qué sabes de "eso"?, conducido por Rosalía Valencia Achirica, en Sii Radio.com,

Amores cuerdos y acuerdos.
¿Qué es el amor?
¿Cómo establecemos relaciones amorosas?
¿Cuáles son las formas de establecer acuerdos?

Escúchanos:

https://soundcloud.com/siiradio/amores-cuerdos-y-acuerdos-27-10-2015




miércoles, 11 de noviembre de 2015

En cascada.

Te tengo y no.
Jugamos al juego que quieras, a tus ritmos y tiempos.
Lo disfruto cuando coinciden con los míos, me desespero cuando se cortan por los tuyos.
Sin embargo, tus labios dulces y candentes ojos me congelan y sacian la sed.
Un rato. A ratos.
Quiero más que un rato.
Escribo y hablo siempre con las cartas sobre la mesa, sabes mis más sucios deseos y mis más arriesgados sueños.
Ojalá sólo se tratara de una simple atracción magnética, ojalá fuera menos que una conexión que se me asemeja ancestral y eterna.
Ojalá cada vez que huyas por miedo, recuerdes que entre mis brazos te sientes segura, tanto como por mi sentir por ti.
Y regreses, para quedarte
más y más tiempo.


martes, 10 de noviembre de 2015

Inventario de un porvenir trunco.

Tres botellas de tinto.
Un litro de nieve de limón.
Medio kilo de papas.
Un ate de guayaba.
Dos salsas botaneras.
Un corazón maltrecho.
Una cama ansiante.
Un sillón por comprar.
Un escritorio sin estrenar.
Cinco años de seguimiento en Facebook.
Una sesión de diplomado que buscaba encender una luz.
Un viaje en ciernes a Colombia y Puerto Rico.
Una lista de canciones por grabar en cassette.
Unos brazos tercos que te extrañan.
Una Navidad con suéter de tortuga que asfixia y no llega.
Siete series a medias.
Un colchón que huele a ti.
Una combinación de traje y vestido de gala.
Sexo al amanecer.
Amor al atardecer.
Promesas jamás hechas y siempre cumplidas.
Sinceridad y honestidad brutal.
Noventa y cinco discusiones.
Salto en paracaídas.
Un viaje a la ONU a hacernos escuchar.
Buceo.
Un te amo recíproco.
Dos perros que juegan con confianza.
Dos casas y un hogar.
Dos vidas que vuelan en libertad hacia la Unión.
Tu apellido y el mío en un mismo nombre.
Ochocientos sesenta y cinco masajes.
Veinte lecturas de poesía en la cama.
Treinta y dos árboles frutales, florales y de ornato.
Ciento treinta y tres noches de farra y baile.
Miles de festines tradicionales.
Sonrisas, risas y carcajadas.
Un dueto de guitarras desafinadas.
Lágrimas compartidas que crean un mar para navegar a la trascendencia.
Un nuevo linaje.
Vivir.
Amar.
Gozar.
Experimentar.
Aprender.
Fallar.
Volver a intentar.
Construir.
Más amor.
Más.
Futuro.



domingo, 8 de noviembre de 2015

Día 1.

Escribí "te extraño" y recibí sólo sonrisas en respuesta.
Los días pasan y la lejanía no cede, por el contrario, se hace abismal.
A veces creo que sólo lo imagino y me aferro a la idea de que sigues presente.
Otras tantas, me doy cuenta de la verdad.
No hay nada que te lleve a mi lado, que me traiga al tuyo.
Mi necedad se convierte en pesimismo y está suerte de diario ritual no ayuda.
Me despido y sigo mi camino.
Cínico, frío, superficial.
No puedo permitirme dejar el vuelo por alguien que no quiere compartir su caminar.
Absurdo y ridículo me siento de escribirlo tantas veces.
Ya sin ánimos ni ritmo. Sin pasión ni cadencia. Las letras eran un aferrarse, ahora serán la construcción del puente que me aleja de ti.
Duele saber que me perdí y aposté a alguien que me mira por debajo del hombro.
Ciao, jaguar. 

sábado, 7 de noviembre de 2015

Día 2.

Descanso plenamente sin las ataduras del amor romántico.
Te espero sin esperar nada más que coincidir.
Es cierto que quisiera compartir mi camino contigo, llegar a un espacio compartido sin temor alguno a no hacerlo.
El placer de tu compañía jamás generará el miedo a tu ausencia.
Hoy te lo digo, mientras celebras el ritual de paso a una otra vida compartida, donde el amor se muestra más allá de una salida a la soledad.
Hoy escribo por mí, para mí, recordando todos los amores que siguen aquí a cada instante, y esperando que sean igual de intensos que cuando los conocí.
Tú, chiquilla jaguar, ya lo eres y lo serás aún a la absurda distancia.  

Día 3.

¿Es el silencio como una fiebre? ¿una voz nunca antes escuchada? ¿O un mensaje que aún no llega a su destinatario?

Quiero sentir nuestras pieles encontrándose para que sean nuestros cuerpos -y sus heridas- las que se pierdan...
Quiero que sean tus manos y tu lengua las que expresen y escriban tu amor y deseo por mi, tatuando en cada centímetro de mi piel, que te permitas transformarme en el lienzo de la plenitud de tus afectos y erotismo.
Hay tanto que celebrar, para tomar energías y seguir construyendo lo mucho que hay por compartir.
Sin un mínimo de esperanza no podemos siquiera comenzar el camino. Sin sentipensar, somos sólo la muestra mecánica de aprendizajes jamás buscados.
Por favor entiéndelo; cuando digo "amor" trasciendo a la libertad.
Ven, a tus ritmos bailando con los míos, a construir un mundo donde quepan todos los mundos y los nuestros converjan en plena afectividad.
La prisa mata al amor.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Día 4.

En un viejo motel de paso remodelado recibo el día y transcurre la noche.
Tu llamada a prestarte atención me hace querer que sea la tuya la voz que me pida más.
Te escucho rabiar y negarlo, posponer y prometer para después olvidar y volver a comenzar.
Los gemidos en las paredes contiguas me hacen pensar en cuando tus caricias se permiten continuas y sin censura.
Te escribo y respondes. Tienes las dos manos al teléfono y yo te pido que al menos una de ellas te toque. Te niegas pero no me lo impides.
Hoy me pides te compruebe que eres mía.
La prueba está en tu solicitud que mañana negarás y el domingo por la tarde olvidarás.
Te excita pensarme dentro de ti casi tanto como sacarme y regresarme a tu vida a voluntad. Bajo tus tacones pero diciéndote que hacer.
Empecemos pues, Lolita...
Hoy te quiero soñando conmigo con la mano en tu húmedo sexo, pensando en hacerme venir y derritiéndote entre tus dedos que juegan a ser mi lengua y labios.
Quiero escucharte decir mi nombre en egipcio y el tuyo con gemidos entrecortados.
Quiero comenzar desde tus ojos, continuar en tus oídos, detenerme en tu olfato para ser llevado por tus manos a terminar en tu boca.
Que sean tus sentidos el sinsentido de tu entrega sin restricciones.
Animal domesticado al servicio de tu salvaje demanda.



Día 5.

Regresaste, ¿por que quieres?
¿O porque quieres que te quiera de regreso la próxima vez que te vayas?

domingo, 1 de noviembre de 2015

Día 8.

Te he escrito y descrito de tantas formas que ahora no sé si eres tú o la imagen que tengo de ti a quien espero que regrese.
Te he soñado tan real como el más inocente de mis terrores, el más infantil de mis recuerdos y la más madura de mis aspiraciones.
Te he buscado y dejado de hacerlo, te he esperado y me he negado a seguir haciéndolo, y regreso un poco más de lo que tú lo has hecho.
Me cuelo, flexiono, estiro y converso con las aristas que hacía tiempo había ocultado por mostrarme sólo en el centro y su solidez casi rígida.
Me apresto porque siento que así es mi fluir contigo, una gran cascada, fresca, escandalosa y de gran caudal. Y con el mismo fluir me recibes con gran impacto para después seguir tu propio cauce.
Yo llego y tú te vas, tú vienes y yo regreso.
Es un vaivén erótico y perverso, histérico y neurótico, tuyo y mío que se mece y me adormece, que te niegas y sigues.
Así, sin más, te doy todo lo de menos y te robo todo lo demás.




Día 9.

Hoy es un día para volver a empezar.
Recorrer como por primera vez tus labios, reconocer tus caderas y el espacio que tienen destinado para mis manos.
Hoy disfruto por vez primera la muerte entre tus piernas y la vida desde un clímax compartido.
Hoy dices que debes de volver a comenzar la cuenta y yo caigo en la red de ser quien se comparte más allá de tus números y miedos.
Sigo presente y merecedor.
Sigo a tu lado, para crecer y vibrar en sinfonías aún no aprendidas.
Sin más ni menos, sin imagen alguna que valga, pues es una noche para mi tacto únicamente que se desborda entre tus humedales y la ahora suspendida sequía.
Hoy vuelve a comenzar un ciclo que me convierte en creyente y practicante de la adoración más profana y sublime.
Hoy vengo y comienzo de nuevo.